Buttermilk casero

Receta sacada blog El rincón de Bea

En sus orígenes, el Buttermilk era el suero que se obtenía cuando la nata se batía y se convertía en mantequilla y realmente su traducción debería ser suero de mantequilla.

En la actualidad, es leche cultivada y se obtiene añadiendo bacterias de ácido láctico a la leche desnatada o semidesnatada y cultivándola/fermentándola para obtener un sabor ligeramente ácido. Debido a su acidez, el suero de leche suele tener un periodo largo de conservación. Está feo que lo diga, pero yo lo he llegado a utilizarlo cuando está caducado de hasta 15 días. Imagino que es como los yogures que realmente tienen fecha de consumo preferente. El buttermilk añade un delicioso sabor a miel y mucha jugosidad a los productos horneados, además casi siempre esta asociado al bicarbonato sódico ya que neutraliza algo de su acidez.

Es muy apreciado como bebida en los Países Bajos, Alemania y Dinamarca y también en la India como refresco, aunque su olor ácido me repugna un poco y creo que no me lo bebería. Tiene la apariencia del yogur de beber, pero no tan espeso, tal vez un poco más liquido. Suele separarse un poco, y cuando lo voy a utilizar, me gusta batirlo antes con unas varillas para que se mezcle bien la parte más espesa con el suero.

Esta es la apariencia de la leche pasados unos minutos. Ya tenemos nuestro Buttermilk casero listo para utilizar.

Otra de las preguntas del millón es ¿dónde podemos comprarlo?. Hasta hace unos meses no era muy fácil conseguirlo, pero los que vivimos en zonas turísticas no lo teníamos tan complicado, ya que se podía encontrar en cualquier supermercado que tuviera productos alemanes. También lo hay en el Lidl, de la marca Milbona y a solo 0,70 cm. Esta en la nevera junto a las mantequillas y está a la venta como bebida de mantequilla, pero por lo que me contáis muchas, no está disponible en todos los centros. Ultimamente, también lo he visto en el supermercado de el Corte Inglés, de la marca Isle of Man a unos 2,50 € y en un par de ocasiones lo he visto en Carrefour.

De todos modos, si no podemos conseguir buttermilk en nuestro supermercado habitual o el que encontramos se nos sale del presupuesto, o no creemos que lo vayamos a utilizar tan a menudo, aquí os dejo la versión casera, rápida y baratita, para que luego no digáis que os incito a comprar. Además, Dorie Greenspan dice que prefiere hacer su propio buttermilk con leche y limón a comprarlo… pues nada, ya está todo dicho.

BUTTERMILK CASERO

    • 250 ml. de leche desnatada o semidesnatada
    • 1 cucharada de zumo de limón (Medida americana 15 ml.)

Echar el zumo de limón a la leche. Revolver y dejar reposar durante 10 minutos a temperatura ambiente. Tendrá la apariencia de leche cortada o yogur muy líquido. Ésta es la textura que queremos obtener, revolverla y utilizarla directamente. No es necesario colarlo.

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